FORO 1º BACH. CyT/HU

7/6/10

LA VERDAD


Cuando vi que en este tema había un apartado sobre la verdad me llamó bastante la atención, puesto que la verdad es algo que me ha causado dudas siempre.

Cuando era pequeña siempre he pensado que la verdad era lo que mi padre y mi madre decían. Tenía suerte porque las cosas casi siempre resultaban de la manera en que mis padres decían que resultarían. Pero al pasar los años me di cuenta de que la verdad era algo mucho más complejo que esto. El significado de la palabra verdad abarca desde la honestidad, la buena fe y la sinceridad humana en general, hasta el acuerdo de los conceptos con las cosas, los hechos o la realidad en particular.

En primer lugar, La "verdad" no tiene el mismo significado ni la misma importancia para todo el mundo, depende de cómo funcionen sus mentes y esto varía con la experiencia personal de cada uno. Por otro lado, la necesidad de una verdad creo que forma parte de la condición humana. Pocas personas preferirían no saber. El hombre es un animal que busca verdades. Este ansia de verdad le conduce en ocasiones incluso a poner en duda la existencia misma de la verdad. Pero nunca el sacrificio es completo. Nunca la verdad es por entero conseguida.

Por último, investigando sobre este tema, he descubierto diferentes tipos de verdad, entre ellas Subjetiva vs. Objetiva:

Las verdades subjetivas: son aquellas con las cuales estamos más íntimamente familiarizados. Que a mí me gusten las fresas o que me duele el pie son ambas subjetivamente ciertas. En cambio, las verdades objetivas pretenden ser de alguna manera independientes de nuestras creencias subjetivas y gustos. Esta verdad es demostrable científicamente ya que es un hecho o fenómeno que ocurre independientemente de la existencia del ser humano.

Inmaculada Gómez García ( 1ºBCyT )

Dime dónde vives y te diré qué sabes


Vivimos en un mundo totalmente globalizado. Una catástrofe ocurrida a 10.000 Km. de casa puede llegar a nosotros en menos de 20 minutos sin hacer mucho esfuerzo para conocerla. Nuestra sociedad está tan bombardeada de noticias constantemente que podemos obtener información casi al instante de cada cosa que ocurre, ocurrió o se prevé que ocurrirá con sólo pulsar un botón o hacer ‘click’ en el sitio adecuado.

La facilidad de comunicarnos ha sido uno de los puntos clave para la lenta evolución de nuestra especie como raza dominante entre todas las que pueblan la Tierra. Y en este, nuestro siglo XXI será recordado como un siglo lleno de intercambiar información globalmente.

Después de decir esto ¿crees que es cierto?, es decir ¿es toda la información totalmente global?, ¿puede saber cualquier ser humano todo lo que ocurre en su planeta con ese sólo ‘click’? Para conocerlo pongámonos en tres situaciones diferentes:

  • La primera: cualquiera de nosotros, jóvenes que viven en países desarrollados y con posibilidades, ¿podemos conocer los hechos que ocurren globalmente? La respuesta es obvia, sí somos capaces de conocer la mayoría de cosas que ocurren con sólo oír las noticias, buscarlas en Internet... Y a partir de esta información podemos ir obteniendo una forma de pensar distinta a cualquier otro que nos rodea, así iremos creando nuestra visión.

  • Ahora pongámonos en otra situación: somos un joven del Sahara que vive en su pequeña aldea en medio del desierto. ¿Seremos capaces de comunicarnos y de tener toda la información que queramos a tan mínima distancia de nosotros? Esta vez la respuesta es no. Una persona que viva en este lugar y con estas condiciones no es capaz de obtener casi ninguna información de todo el mundo que le rodea y a la mayoría lo que ocurra a 10.000 Km. ni les importan por lo que viven su vida intentando sobrevivir en las condiciones en las que nació y con las que se ha encontrado desde que entonces.

  • Por último: seamos un joven de China que vive en una ciudad bastante globalizada de las que abundan en tierras asiáticas como podría ser Beijing, Shangai... ¿podrá un joven de este país obtener toda la información que quiera, sabiendo que China es uno de los países que más está creciendo y que está comenzando a quitarle protagonismo a muchos países ‘más ricos’ que él? La respuesta es posible que os sorprenda y es que no. Un país que para las Olimpiadas de 2008 alardeó de libertad y progreso se ve hoy en día con una información vetada en todos los medios de comunicación.

China es el país más poblado del mundo con unos 1.300 millones de personas y unas de las sociedades más antiguas del mundo, pero actualmente es una gran dictadura de un gobierno ‘socialista’. El país conocido como República Popular China restringe muchas de las páginas web y canales de televisión dentro de sus fronteras. Así hace poco vimos como el gigante de la información a través de Internet Google abandonó a otro gran gigante, China. Mientras en nuestra sociedad la mayoría conocemos la gran "matanza de Tiananmen" ocurrida en 1989 en Beijín y de la que la mayoría de población china no sabe ya que es uno de los grandes puntos vetados en la historia del país o la independencia del Tibet o sobre el mismísimo Dalai Lama... Estos son algunos de los temas que está prohibido informar en China, y es por las grandes restricciones que el gobierno pretendía hacer a la página web Google por la que éste finalmente decidió abandonar el país.

Con este ensayo pretendo enseñar que la información que podemos obtener es muy manipulable y que aunque me haya ido a un caso muy específico como es China no hay que irse tan lejos. Cadenas de televisión de nuestro país e incluso periódicos manipulan las noticias según les interesen. Hay que tener en cuenta que las noticias en cualquiera de nuestras manos es fácilmente manipulables ya que cada uno de nosotros tendrá una visión de cómo es por lo que irá cambiando una y otra vez tantas veces como ésta vaya pasando por cada uno. Es por ello por lo que mucho filósofos (o cualquier persona, no tiene por qué ser filósofo ) no creen en la verdad y en el saber completo como algo directo sino que siempre se tiene que tener en cuenta bajo la visión de quien te la dé.

Carlos Girón Velázquez ( 1ºBCyT )

Proceso de conocimiento y verdad


Todos tenemos un esquema básico de conducta, que responde al estimulo-respuesta, y así, es como conocemos, recibimos del medio continuamente muchos estímulos y en función de nuestra atención seleccionamos lo que nos interesa y lo que no, procesando sólo la información que deseamos. Ahora bien, ¿Qué prima en nosotros en el proceso de conocimiento? Pues hay diferentes respuestas: los empiristas creen que todo conocimiento viene de la experiencia y a través de la información que nos proporcionan los sentidos y siempre a través del contacto con la realidad.

Por otro lado, los racionalistas dicen que lo que prima en nosotros es la razón, ya que es nuestro mayor instrumento, estando los sentidos en un papel secundario; y es así como describimos los procesos reales.

Y por último, esta el idealismo transcendental que hace una síntesis entre el empirismo y el racionalismo. Aquí son tan importantes las experiencias como la razón, es decir, a través de nuestras sensaciones (sentidos) elaboramos una percepción y las dos son necesarias pues sin estímulo no elaboraríamos respuestas y sin percepciones no asimilaríamos las sensaciones, no captando el estímulo, por lo que no seríamos capaces de dar un significado.

A través de esto conocemos, captando la realidad y llegando al problema de la verdad, digo problema porque todo lo que conocemos no es más que un montón de conceptos pero siempre para mí, es decir, las cosas tienen dos modos de ser, el fenómeno que es la cosa para mí, y el noúmeno, que es la cosa en sí y este es desconocido, pues para lo que para mí es, para un perro, por ejemplo, es algo totalmente distinto.

Este desconocimiento viene determinado por nuestras limitaciones, por nuestros sentidos, ya que conocemos en función de lo que nuestros sentidos quieren que percibamos, ya que estos tienen un determinado espacio, en cuyos umbrales están nuestras limitaciones habiendo un mínimo y también un máximo.

Ahora bien, imaginemos que las cosas para mi son ciertas, que todos los miembros de una misma especie al tener las mismas limitaciones que nosotros podemos conocer de igual modo, por lo que tendríamos los mismos conceptos de verdad, pues bien, ni esto esta claro pues la verdad tiene muchas teorías y todas ellas igualmente válidas: los empiristas creen en lo que ven, la coherencia se basa en el razonamiento para llegar a una conclusión, el consenso intenta llegar al acuerdo de nuestras decisiones de verdad, y la perspectiva dice que cada uno tiene su perspectiva única y verdadera y la suma de todas ellas constituyen la verdad.

Todas estas teorías son válidas, y así la verdad queda como flotando por encima de nosotros, como una nube de pájaros que no podemos alcanzar, por esto el noúmeno es desconocido, porque generalizamos pero siempre para nosotros, llegando al concepto gracias a nuestra capacidad de abstracción y creando una verdad siempre ilusoria.

En mi opinión la verdad se nos muestra tal y como es, lo que ocurre es que son nuestros ojos los que nos engañan, los que no nos dejan ver la verdad, la realidad de las cosas.

Jesús Rodríguez Baños ( 1ºBCyT )

26/5/10

LA MUERTE, ESA EXTRAÑA COSA DESCONOCIDA


¿Alguien dijo muerte? ¿Quién la conoce? La respuesta: Todos y nadie, es decir, todos los que han fallecido, y nadie que esté vivo. En realidad, los muertos no la conocen porque al morir no sienten nada y como nadie ha regresado nunca a contarlo, nadie la conoce. En definitiva, la muerte, algo tan “conocido” y tan desconocido a la vez. Acaso ¿no es lo que más nos preocupa como seres humanos y mortales?. Y es que ¿quién sabe lo que realmente esta es? ¿Habrá algo más allá? Si no lo hay, ¿qué se sentirá formar parte de esa nada? O mejor aún, ¿qué se sentirá siendo energía dispersada por el planeta o alguna otra dimensión?

Muchas veces he tratado de imaginar lo que se sentiría siendo energía o peor, siendo nada. Dicen que la imaginación no tiene límites, pero es curioso encontrar que ese “sentirse parte de la nada, de alguna energía del planeta o de otra dimensión” puede ser la excepción de esta regla. Yo en realidad, pienso que algo no puede ser nada al haber sido algo , lo sé suena raro pero es así. Es decir, estando vivos podemos resolver problemas de cálculo, podemos dar un paseo tranquilamente por la playa, ir de compras, ir al cine, viajar en avión, pero no podemos saber lo que se siente al ser nada, es más, al poder hacer esas cosas, ¿qué haríamos al convertirnos en nada de repente? ¿todas esas cualidades desaparecerían? No entra dentro de la lógica y la razón.

Hace unos años murió mi abuelo y yo personalmente no me lo creía, era algo que estaba en mi subconsciente pero… era real. Esto me hizo recordar que la muerte nos rodea todo el tiempo. Que la vida acaba con la muerte, o que la vida esta llena de muerte. Cada vez que alguien cercano a nosotros muere, también lo hace una parte de nosotros. Cuando cambiamos de instituto, de coche, de casa, de ordenador, de pareja o cualquier otra cosa, sucede lo mismo. Es la muerte la que se hace presente en nuestra vida.

Y es que la muerte implica un cambio de vida o de estado. Por ejemplo, cuando alguien se va a suicidar y se arrepiente, quizá el porqué de ese arrepentimiento fue el miedo a este cambio de estado. Porque nadie sabe que se siente al morir. Aunque supongo que no se siente nada, ni siquiera estar muerto. Y es que la muerte está presente desde que la vida comienza hasta que acaba, es con todas las personas igual no hay nadie que no tenga la muerte presente en su vida. Tampoco se puede estar muerto y vivo a la vez. Y sin embargo podemos experimentar esos momentos de muerte de los que la vida está llena. Es como una paradoja, estar vivo y sentirnos morir por dentro.


Entonces, ¿cómo es posible que a veces queramos morirnos? Ya alguien ha dicho que este es el más grande problema filosófico. Yo no sé si lo es. Tampoco quiero ni tengo respuesta para dar.

Sólo me intriga el pensar por qué el ser humano querría privarse de la vida si es que le tiene tanto miedo a la muerte. Y es que hay personas que lo han vivido en sus propias carnes. Se han querido suicidar y muchas veces el porqué de eso es algún problema personal.

Sin importar la religión, todos alguna vez hemos temido a la muerte. Algunos sueñan con la inmortalidad y otros se limitan a no pensar mucho en estos asuntos. Incluso se le puede venerar, como se hace con la Santa Muerte. Por lo tanto, ¿cómo lo más aterrador puede ser también lo más deseado? ¿Acaso la vida puede llegar a ser peor que la muerte? Y ¿cómo podemos saber que es peor si nunca hemos estado muertos?

Quizá todos hemos estado muertos de alguna forma. ¿Alguien puede recordar algo antes de haber nacido? ¿Dónde estábamos? ¿Estábamos muertos? En cierto modo sí, si tomamos en cuenta que la muerte es un cambio de estado. Entonces, ¿estamos muertos ahora? Es que si antes de nacer no éramos nada, o por lo menos no algo igual a lo que somos ahora, es porque cambiamos de estado, de “vida”. Por lo tanto, se valdría decir que estamos “muertos”. Entonces, ¿por qué tememos a la muerte si es algo que va a llegar de todas maneras?. Supongo que no nos asusta lo que ya pasó, sino lo que está por pasar.

Ahora bien, si ya hemos experimentado la muerte de alguna manera, ¿por qué no logramos comprenderla? Es irónico que todos los días experimentemos lo que se siente no ser nada y aún no lo comprendemos.

Pero la vida no sólo está llena de muerte, también lo está de amor. Y es que el amor está ligado a la muerte. Es este quién nos anima a vivir, que nos hace valorar la muerte y hasta temerle. Quizá por falta de amor es que a veces queremos estar muertos. Y definitivamente por amor es que queremos estar vivos. La muerte, de alguna manera, le da sentido al amor, por lo que no puede considerársele como mala. De hecho, creo que es lo más imparcial que puede “existir”.

Sin embargo nunca sabremos si hay algo después, así que tendremos que morir para saberlo, quizás haya algo… Quizás…

Adrián Benítez Rueda (1ºBCyT)

21/3/10

CONSUMO, LUEGO EXISTO


Lo primero de todo es preguntarnos: ¿Qué es el consumismo? El consumismo es la búsqueda de la felicidad a través de la compra de bienes materiales que no son necesarios .
Este fenómeno tiene lugar gracias al descubrimiento de nuevas necesidades, es decir, hace unos años las personas no tenían bastante poder adquisitivo como para gastar el dinero en caprichos, ya que lo poco que tenían lo utilizaban para cubrir sus necesidades básicas y con ello ya eran felices.
Pero más tarde el nivel de vida subió, las necesidades básicas fueron cubiertas y lo prescindible se volvió imprescindible para que las personas siguieran consumiendo. Y entonces llegamos hasta la actualidad, en la que no basta sólo con satisfacer las mínimas necesidades para estar bien con uno mismo, sino que intentamos comprar la felicidad que no tenemos o creemos no tener, con lo cual llegamos a una situación en la que ya no vamos a estar satisfechos con nada de lo que tengamos, puesto que siempre necesitaremos consumir constantemente para llegar a un estado de bienestar personal.
El consumismo ha provocado una baja autoestima en los ciudadanos, los cuales no tienen una identidad propia por miedo a que la sociedad los rechace por no seguir la misma dirección que el resto, esto les lleva a comprar de manera compulsiva en busca de esa identidad anhelada. En nuestro cerebro tenemos la idea de que más es mejor, comprarnos un móvil de ultima tecnología, como ejemplo de un hecho que vemos continuamente en el mundo que nos rodea, para no perder el status social, y acerca de la ropa vemos continuamente en la televisión cómo cada año nos incitan con nuevos modelos que compramos y luego los dejamos en el fondo del armario sin ni siquiera llegar a ponérnoslo, es lo que sería el comprar por comprar.
Este comportamiento que hemos visto anteriormente a llevado a la sociedad a registrar un mayor caso de insatisfacción, malestar, depresión, alcoholismo, crímenes, ansiedad, obesidad, inseguridad y suicidios.
Otras consecuencias que podemos observar en este comportamiento ha sido la existencia aun mayor de las diferencias entre los países más desarrollados y los países del tercer mundo, incluso dentro de cada país entre clases sociales. Las personas consumistas dejan de tener sus propia identidad y hace que se sientan inseguras, depresivas, desplazadas y en definitiva desgraciadas, al no poder conseguir lo que se proponen para alcanzar lo que ellos consideran la felicidad.

El controlar nuestra vida sin dejarnos llevar es el camino hacia la felicidad, no podemos seguir la corriente de la sociedad porque no nos permite elegir por nosotros mismos, por lo contrario, si no lo controlamos no podremos ser felices.


Angélica Moreno Fernández (1ºBCyT)

LA FILOSOFÍA: DEFINICIÓN



“No existe una definición de filosofía en la que todos los filósofos estén de acuerdo...” Como ejemplo aquí van algunas definiciones:
Según Erasmo de Rotterdam, la filosofía es una meditación de la muerte.
Según Platón, La filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma en torno al ser.
Según René Descartes, la filosofía es la que nos distingue de los salvajes y bárbaros; las naciones son tanto más civilizadas y cultas cuanto mejor filosofan sus hombres.

Así que con este dato y por lo que yo me he podido documentar, no sabría tampoco dar una definición concreta, aunque la asemejaría a un “motor” en funcionamiento, aparte de una sabiduría humana o una ciencia, como muchos la encasillan.

Motor porque convive con nosotros y forma parte de nosotros de manera constante, puesto que, desde que nacemos hasta que morimos somos ignorantes. Por mucha sabiduría que creamos abarcar o conocer nunca podremos llegar a una sabiduría absoluta.

Siempre oí decir que todo tiene un porqué. En ese caso, todo se reduce a una espiral, que una y otra vez vuelve sobre los mismos temas. Es por eso que se hace imposible una definición concreta de ese “amor por la sabiduría”. Por lo que sólo conseguimos profundizar en temas concretos, logrando que profundizando así nos desvincule de todo lo demás y “más vale saber un poco de todo y mucho de nada”.

Y con esto aprovecho para hacer una pequeña crítica de la mala utilización del significado de filosofía, porque ¿cuántas veces habremos oído decir esta es “mi filosofía de vida”? ejerciendo así un mal uso de esta palabra, pues lo que querría decir es esta es mi manera o modo de vida o ¿cuántas veces hemos oído decir “tómatelo con filosofía”? queriendo decir en este caso que se lo tome con calma o como algo que le a tocado vivir y por lo cual no debe alterarse o amargarse.

Para concluir, dejo mi articulo como claro ejemplo de espiral, porque he tenido que retomar el principio incluso para definir la filosofía (para mí) como un motor que nos empuja a querer saber y descubrir.


Angélica Moreno Fernández (1ºBCyT)

14/3/10

EL MULTICULTURALISMO.


En nuestra vida diaria estamos rodeados de personas, personas que no son todas iguales.

Cada una tiene sus propias ideas, pensamientos, opiniones y costumbres.

Para que todos podamos convivir, debemos respetarnos tal y como somos, llegando a integrar en nuestra cultura elementos de otras distintas.

En un mismo lugar pueden aparecer diferentes culturas, eso ha llevado a que haya movimientos sociales que proclaman los beneficios de la mezcla de culturas y otros que pretenden que se conserve la propia del lugar.

Una persona debe ser tolerante es decir debemos considerar que el intercambio cultural es positivo, y que no debe evitarse nunca.

Eso no significa que todas las costumbres y todas las prácticas deban ser aceptadas porque estaríamos hablando del relativismo cultural: todo de esa cultura está bien y yo lo acepto todo. Esto es un problema porque aceptaríamos la pena de muerte o la ablación del clítoris a las adolescentes.

Tampoco estaría bien situarnos al otro extremo: la propia cultura es la mejor, hablaríamos de etnocentrismo. Esto suele ocurrir en personas racistas.

Por eso se dice que tenemos que situarnos en el centro, porque la solución es encontrar unos valores que sean validos para todas las culturas.

Ana Rosa Fernández Toro 1ºBHU

LA MUERTE UN CAMINO DE TODOS


Partiendo de la base que la muerte se plantea como el final de la vida y que además es un hecho irremediable, yo me decanto más por la postura de los estoicos que piensan que la muerte es inevitable y que a todos nos va a llegar por lo tanto hay que tomárselo con tranquilidad, vivir el momento como si fuera el último como se refieren algunos refranes “la vida son dos días y uno esta lloviendo”. Aunque tampoco hay que confundir las cosas ya que muchas personas se creen que hay que vivir a locamente cometiendo acciones de las que te puedes arrepentir. Como dicen por hay en esta vida estamos de paso y en cada etapa de nuestra vida tenemos que aprender a saborearla ya que no la viviremos más, aprender a disfrutar de cada beso, cada abraso, de tu familia, disfrutar de momentos especiales porque es lo único que te vas llevar a la tumba, y dejar pensar en habrá después porque nadie lo sabe a si que yo disfruto de la vida que cuando me muera ya descansaré en paz .

Esperanza Cuevas Montero (1ºBHU)

EL CAMINO HACIA LA MUERTE



La muerte nos acompaña, nos persigue, nos obsesiona. Es nuestra eterna compañera. No podemos escapar de ella y no sólo porque nos llegará el momento, sino por todas las personas que vemos morir cada día.

A la mayoría de nosotros nos es indiferente la muerte de otras personas. Nos damos cuenta de que lo que significa cuando lo sentimos o cuando es cercano a nosotros. Normalmente no pensamos en ella, hasta que ya es demasiado tarde. Se dicen miles de cosas como que hay que vivir la vida como si fuera nuestro último día, porque no sabemos lo que nos puede pasar. Eso es cierto y también hay que tenerlo en cuenta, pero creo que hay algo que nos afecta más que la propia muerte y es la de nuestros seres más queridos. Parece una estupidez, pero visualizar que puedes perder a alguien muy querido te hace sentirte mal. Con la muerte de los seres queridos nos damos cuenta de todas las cosas importantes que tenemos en nuestras vidas y recordar que puede llegar en cualquier momento, nos hace mucho más fácil perdonar, olvidar, darnos cuenta de las estupideces que nos rondan la cabeza y nos hacen desperdiciar nuestras vidas, pero especialmente nos recuerda su presencia, lo tremendamente importantes que son determinadas personas para nosotros y cómo creemos que no podríamos vivir sin ellas.

Pero esto va por niveles, el siguiente seria aceptarla; aceptar que muchas de nuestras personas más queridas morirán algún día, y otras sin esperárnoslo. Pero no sólo eso, cada día que vivimos algo muere en nosotros. Vamos perdiendo progresivamente la fe ciega en muchas cosas. Mueren las amistades, mueren los amores, mueren las esperanzas y mueren los deseos… mueren millones de cosas, cada día, poco a poco y muchas veces de una forma la cual no nos damos cuenta. De algún modo todas esas muertes nos transforman, nos vuelven más indiferentes, más cínicos ante todo.
Esa muerte puede crear personas amargadas que ya no creen en nada y a quienes todo da igual. Pero existe la superación de uno mismo mediante la muerte…

Ya no se ve la amistad como se veía antes, ni los sueños de futuro que muchas veces parecen desaparecer, ni las esperanzas de encontrar el amor verdadero, viendo todas las relaciones hipócritas que se pueden ver condenadas al fracaso aunque luego duren años por pura casualidad. Las mil frustraciones que se van acumulando con el paso de los años(mal de amores, enfados…)que se quedan clavadas en el corazón pensando que la vida es un asco y que nada vale la pena.

Hay personas que dicen que no les importa morir, por el simple hecho de haber creído que lo han vivido todo (la amistad, el amor, las emociones fuertes y otras muchas experiencias...) a veces parece que ya no hay mucho más por ver o por vivir, que todo lo pasado fue mejor, quizás porque eran de espíritu más abierto y todo parecía divertido y bonito. Por mucho que se pretenda no se puede ser siempre un niño. Es una etapa de la vida como cualquier otra. Poco a poco nuestras obligaciones y frustraciones nos van amargando y esto hace, en mi opinión, que muramos lentamente.

Manuel Alejandro Fernández Barrientos (1ºBCyT)

EL CUERPO Y EL ALMA


Durante toda la historia de la filosofía se ha cuestionado si el cuerpo y el alma están unidos o no, pero principalmente hay tres filósofos que indagan más en el tema, como son: Platón, Aristóteles y Descartes.

Platón decía que el cuerpo era una parte y el alma era otra, es decir, el alma era la que moraba dentro del cuerpo, no el cuerpo dentro del alma. Evidentemente, existía una conexión entre ambas, un diálogo constante del bien y del mal.

Aristóteles decía que el alma adquiere como forma el cuerpo, que es la forma viviente del alma. También afirmó que el alma es el espejo del ser humano.

Descartes decía que el cuerpo y el alma estaban unidos, y por eso mismo se deja confundir, se deja llevar por los sentimientos del cuerpo y del alma.

Todos llevan parte de razón, porque la conciencia tiene una pelea constante con nosotros mismo, nos pregunta si obramos bien o mal, nos advierte y ella misma nos aconseja.

Lo que sí es seguro es que el cuerpo y el alma tienen una conexión especial porque habitan en el mismo molde, en un ser.

A veces el alma te dice que no hagas una cosa porque puede acarrear consecuencias, pero nuestro cuerpo ha decidido hacerlo, y viceversa. Por lo tanto, nos dejamos llevar, nos confundimos.

Cuando dormimos el alma se duerme y el cuerpo descansa, hay una conexión, y cuando nos morimos el alma se libera y el cuerpo muere, se desconecta, cada cual es independiente. El alma se ha liberado de su cárcel.

Lucía Ortega Ramos (1ºBCyT)