FORO 1º BACH. CyT/HU

1/3/10

DESEO Y PASIÓN



Todos deseamos cosas, con márgenes mas cercanos o lejanos todos aunque sólo sea una vez, hemos deseado cosas, hemos querido tener algo, nos hemos visto envueltos en ese movimiento para alcanzar las satisfacción. Pero ésta satisfacción es como un niño: insaciable, ya que calla cuando le damos su deseo y vuelve a desear otras cosas.

Respecto al deseo hay diferentes pensamientos: el estoicismo que dice que debemos someter el deseo a la razón; y el epicureismo, que dice que lo más importante es fomentar el placer para alcanzar la serenidad.

Pero del deseo podemos pasar a la pasión, la pasión por algo, que es un deseo pero en mayor grado, y tan grande es este grado que cuando sentimos pasión podemos encaminarnos en el camino de la sin razón, no es que la pasión sea mala o negativa, sino que cuando la tenemos andamos por los bordes de los precipicios, pero eso sí, en este caso nos encanta el peligro que corremos.

En filosofía se han planteado dos posturas, una dice que la razón debe dominar a la pasión porque ésta nos domina y otra dice que sin pasión no hay conocimiento verdadero.

La pasión es en cierto modo la máquina que nos mueve a todos, una antiquísima máquina ya que la tenemos desde nuestros orígenes, la poseemos incluso antes que la racionalidad, pero poco a poco hemos aprendido a llevarla, aunque a veces se nos vaya de las manos.

Yo diría que la pasión es una de nuestras capacidades más elementales ya que está muy unida a la irracionalidad, es como recordarnos lo que un día fuimos y ya no somos, y hacernos ver que por más racionalidad que mostremos podemos caer nuevamente en la poderosa y esencial irracionalidad, en el básico instinto.

Deseo, pasión e instinto.

El mundo es como un circo, nosotros somos equilibristas que andan por una cuerda floja llamada pasión, cuerda que nos encamina al deseo, por eso no lo queremos perder de vista, porque si miramos la cuerda también veremos al instinto que está debajo y nos llama queriendo aprovechar nuestro despiste para hacernos caer. Imagina la importancia de la pasión en el mundo, sin pasión, es como querer seguir siendo los equilibristas, pero sin cuerda.

Jesús Rodríguez Baños (1ºBCyT)

2 comentarios:

  1. Esperanza Soledad Muñoz Jiménez 1ºBSO9 de marzo de 2010, 15:33

    Me ha encantado la comparación que hace Jesús con esos equilibristas de un circo y el mundo. Desde mi punto de vista tal como dice Jesús si no hay pasión por las cosas se pierde “la gracia” puede haber deseo pero no pasión pero yo creo que la pasión siempre es deseo

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  2. Manuel Carlos Pérez Rodríguez20 de abril de 2010, 19:57

    Este ensayo me parece muy interesante debido a que a parte de dar su opinión, Jesús nos informa sobre el deseo y la pasón de un modo que por lo menos yo no tenía ni idea y tengo que dcir que estoy de acuerdo con todo, pero lo que más me ha llamado la atención ha sido el último párrafo en el que dice que somos equilibristas de una cuerda floja llamada pasión que nos lleva al deseo pero a mirar abajo perdemos el deseo, y nos dice que sin pasión somos equilibristas sin cuerda, es decir, que nada tendría sentido.

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